En esta entrevista, exploramos la inspiradora trayectoria del maestro Alan Bello, él es maestro de danzón cuya pasión por esta danza tradicional ha dejado una huella indeleble en su comunidad. Desde sus primeros pasos, influenciado por su familia, hasta su decisión de convertirse en maestro a una temprana edad, su historia es un testimonio del poder transformador del danzón.
¿Qué le inspiró para ser maestro de danzón?
Desde pequeño, siempre tuvo una inclinación natural por el
baile, pero fue el danzón, introducido a él por su familia, lo que
verdaderamente capturó su interés. En sus inicios, aunque atraído por esta
forma de baile, se sentía limitado por su desconocimiento del mismo y a menudo
decía que no le gustaba. Sin embargo, todo cambió cuando finalmente aprendió a
bailarlo. Fue entonces cuando decidió dedicarse de lleno y formarse como
maestro, una decisión que marcaría el comienzo de una apasionante trayectoria en
la enseñanza del danzón.
¿Cuánto tiempo lleva dando clases?
Comenzó su viaje como maestro de danzón a los 15 o 16 años,
y desde entonces han pasado 7 años. Durante este tiempo, ha centrado sus
esfuerzos en fomentar el amor por el danzón entre los jóvenes. Su compromiso va
más allá de las clases; se trata de cultivar una apreciación por una forma de
arte que muchos consideran anticuada, pero que él sabe es vibrante y relevante.
Su enfoque en los jóvenes no solo preserva el danzón, sino que lo revitaliza
para futuras generaciones.
¿Qué características hacen que una pareja de baile sea
exitosa en el danzón?
Para él, una pareja de danzón exitosa se define por su
capacidad para imprimir su estilo propio en el baile. Más allá de la técnica,
es crucial que haya una comunicación efectiva y una confianza mutua entre los
bailarines. Estos elementos permiten que los movimientos fluyan con carisma y
sabor, elementos esenciales para que el público sienta la energía y la pasión
del baile. Cada pareja aporta una interpretación única al danzón, haciendo que
cada actuación sea especial y memorable.
¿Cómo se adapta la enseñanza del danzón para ser la más accesible y relevante para los jóvenes de hoy en día?
Reconoce que el danzón ha evolucionado con el tiempo, adaptándose a nuevas tendencias y versiones que emergen. Este cambio es necesario para mantener el interés de las nuevas generaciones. Él y su grupo de baile trabajan para romper el estereotipo de que el danzón es solo para personas mayores. Enseñan que, al igual que cualquier otra forma de música, el danzón es una manera de disfrutar la vida, y buscan hacerlo accesible y atractivo para todos, independientemente de su edad.
Impacto y Relevancia en la Comunidad
Su trabajo va más allá de las clases de baile; es un
esfuerzo comunitario para mantener viva una tradición cultural. Ha observado
que al adaptar sus enseñanzas y hacer el danzón relevante para los jóvenes, ha
logrado no solo atraer a más estudiantes, sino también fortalecer la comunidad
alrededor de esta danza. Los jóvenes encuentran en el danzón una forma de
expresión y conexión con su cultura, lo cual es fundamental en un mundo cada
vez más globalizado y cambiante.
Mira hacia el futuro con optimismo, confiando en que el danzón seguirá evolucionando y atrayendo a nuevas generaciones. Su misión es continuar enseñando y promoviendo esta danza, asegurándose de que se mantenga viva y relevante. Para él, el danzón no es solo un baile, es una forma de vida y un medio para expresar alegría y resiliencia. Su mensaje final es claro: la danza, y en particular el danzón, tiene el poder de transformar vidas y conectar corazones, y seguirá dedicándose a compartir esta pasión con el mundo.


